AMIGOS DE LOS GITANOS RUMANOS- EL GALLINERO

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lunes, 17 de junio de 2013

MANIFIESTO EN CONTRA DE LOS CÍES


Perseguidos, dolidos y maltrechos. Derribados,
vencidos y hacinados en celdas. Invisibles, para que no
“molesten” a las buenas conciencias. Sin libertad y sin
más horizonte que la espera continua de una orden que
les expulse a los infiernos, de donde muchos huyeron
tratando de vivir. Sin que nadie les haya puesto cara, ni
escuchado su voz. Sin que sus sentimientos conmuevan
a los que rigen sus destinos, ni a la Justicia le importen
un comino sus historias.
Tras jugarse la vida migrando,a menudoen barcas de papel y sorteando a los
escualos, caen en las encarnizadas fauces de tiburones con los dientes postizos y
corbatas de seda. En las garras de devotos y píos gobernantes con sonrisa de hielo en
las entrañas. En las manos de esos tipos infames que aprueban cada viernes pavorosos
decretos contra los desdichados para expulsarlos de sus hermosas calles, y colman
luego de oportunidades a los migrantes ricos por el mero hecho de jugar bien al fútbol o
comprarse una casa de 250.000 euros…
Ellos los denominan “ilegales” y les acusan de no tener papeles. ¿De qué
legalidades hablan los que les roban la libertad para pisar la tierra?
Además nos engañan cuando hacen referencia al “efecto llamada”: en realidad, el
verdadero efecto es la huida. Huyen del hambre, la guerra y la miseria; hambre, guerra y
miseriacausados por este Primer Mundo que luego les expulsa. Porque, el único delito
que han cometido los inmigrantes pobres es el de ser tan pobres, tan indios o tan
negros. O quizá las tres cosas. Y eso, los impecables poderosos nunca se lo perdonan...
Por eso les persiguen y encarcelan. Aunque, con los “truquimanejes” del lenguaje,
niegan que les encierren en presidio: tan sólo los “internan en centros de retención
administrativa”. En los llamados CÍEs, tan inquietantemente parecidos a las cárceles,
que ni siquiera las palabras trileras sirven en este caso para esconder la realidad oscura.
El máximo responsable de la ONU en temas de racismo, MutumaRuteere, en el
informe publicado tras su reciente visita a España, ha denunciado la atención
dispensada a los inmigrantes en nuestro país por sus “inhumanas y degradantes
condiciones de trabajo y de vida”. En concreto, ha señalado que algunos CÍEs no
cumplen los requisitos mínimos“particularmente los de Algeciras y Tarifa que se
encuentran en antiguas prisiones militares”. Además, afirma estar “especialmente
preocupado” por los casos de “malos tratos, tortura y muertes de migrantes
indocumentados”. Esas muertes no son casos aislados, y el informe recuerda lo
sucedido en los CÍEsde Aluche y Barcelona, donde fallecieron una mujer y un joven en
el año 2011.Como no podía ser menos, el Gobierno español, preocupadopor tan duro informe,
ha procedido de inmediato a responder a las gravísimas acusaciones con una medida de
singular calado humanitario: modificar el nombre de los CÍEs, que pasarán a llamarse en
el futuro Centros de Estancia Controlada de Extranjeros: CECE… (¿CE puede CEr más
cínico?)
Por su parte, el Defensor del Pueblo ha puesto en duda la constitucionalidad de
estos internamientos, porque permiten privar de libertad a los extranjeros por una simple
falta administrativa, lo que vulnera nuestra Constitución, cuando establece que “la
Administración civil no podrá imponer sanciones que impliquen privación de libertad”:No
le han hecho ni puñetero caso.
Pues amigas, amigos, vecinas y vecinos: si ni la ONU, ni el Defensor del Pueblo
han podido acabar con los CÍE ¡tendrá que ser el PUEBLO el que lo haga!
Y, como primer paso de nuestro empeño en derribar los CÍEs, hacemos público
este Manifiesto, mediante el que EXIGIMOS a las autoridades competentes:
1º. Que no se utilice la privación de libertad –eso es el CIE- como método de
control e intimidación a los migrantes en territorio nacional.
2º. Que se erradique de la práctica cotidiana la sanción consistente en la privación
de libertad por una simple falta administrativa. La afirmación oficial según la cual la gran
mayoría de internos en los CÍEs han cometido delitos es rotundamente falsa, como
demuestra el informe “Mujeres en el CÍE” recientemente elaborado por universidades
madrileñas.
3º. Que se ponga fin a los controles de identificación que hace la policía, en los
que se utiliza el perfil étnico como criterio de selección.
4º. Que se acabe con los internamientos de mujeres inmigrantes detenidas por
ejercer la prostitución.
5º. Que se libere de inmediato a las víctimas de trata de seres humanos
encerradas en los CÍEs y se les reconozcan los derechos que contemplan las leyes.
6º. Que se proteja especialmente a los menores de edad y a la migración
femenina frente a las expulsiones, habida cuenta de su especial vulnerabilidad.
7º. Que se dispense a los internos en los CÍEs la debida asistencia médica que
estas personas no pueden conseguir, por estar privadas de libertad.
8º. Que, antes de proceder a su expulsión se informe adecuadamente, y en todos
los casos, a las personas internas en los CÍEs, de algo tan fundamental como es la
fecha, la ciudad y el país al que van a ser expulsadas, como han establecido varias
resoluciones judiciales de los Juzgados de Control del CÍE.9º. Que se modifique el artículo de la Ley de Extranjería que regula como causa
de expulsión tener antecedentes penales, porque supone un doble castigo al inmigrante
y le niega cualquier posible reinserción, fin éste que proclama la Constitución española.
10º. Que se paralice la reforma del Código Penal que criminaliza y aflige con
penas de prisión a quienes dispensen su hospitalidad a los extranjeros en situación
administrativa irregular.
Y, además, advertimos a las autoridades que estamos hartos de que la injusticia
sea eterna. Les exigimos que atiendan pronto este MANIFIESTO. Y si no acceden a lo
que les pedimos, vamos a ser nosotras y nosotros los que derribaremos esos malditos
muros de los CÍEs levantados a golpe de injusticia…
Y luego, con las manos unidas por briznas de ternura, crearemos un gran espacio
abierto de solidaridad y de acogida, de sentido común frente a los que levantan murallas
y encarcelan a los desheredados de la Tierra. Un espacio donde podamos todos
pasearnos a cuerpo, oír y ser oídos, amar y ser amados.
Podemos conseguirlo porque está en nuestras manos. Podemos construir un
mundo nuevo más humano, entrañable y fraterno: un mundo más cordial y hospitalario,
donde quepamos todos. Todos iguales en dignidad: ¡juntos podemos!
¡LIBERTAD PARA LOS INMIGRANTES!
¡NO A LOS CONTROLES POLICIALES POR RAZONES DE ETNIA!
¡NO A LOS INTERNAMIENTOS POR PROSTITUCIÓN!
¡NO A LA EXPULSIÓN DE LOS MENORES!
¡NI REJAS NI FRONTERAS!
¡NO A LOS CÍEs!
Entrevías, 15 de Junio de 2013
Elaborado por ciudadanos vinculados en la
parroquia San Carlos Borromeo
Madrid

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